Archivo de marzo 2011

LA MUJER Y LA EDAD MEDIA

El pasado miércoles se presentó en Jerez, mi libro “La condición femenina en la Edad Media”. El próximo sábado 7 de mayo se hará en Córdoba, dentro del marco de la Feria del Libro en la capital califal, de la mano de la Editorial El Almendro, editora de éste y de mis últimos libros. Aquí en, en salón de Actos de la Escuela de Hostelería de Jerez, presidió el acto e intervino el presidente del Centro de Estudios Históricos Jerezanos, Eugenio Vega, que glosó el libro, junto a la periodista jerezana Lola Revidiego. Una ocasión para echar mano de la Historia y recorrer un período muy distinto al actual y con profundos tintes patriarcales, para que la Historia ejerza de maestra y nos ayude a no repetir errores del pasado.

Hoy parece inconcebible que en aquellos momentos se definiera a la mujer como «animal bípedo que llaman mujer». Así denomina a la mujer Ricardo de Bury (s. XIV), obispo de Dirham. Con pensamientos como éste es fácil descubrir el pensamiento dominante sobre la mujer en la Edad Media. Porque no faltan en este período textos como el del prelado Hildeberto de Lavardin (1133): «La mujer, una cosa frágil, nunca constante, salvo en el crimen, jamás deja de ser nociva espontáneamente y enseña todo lo que puede perjudicar. La mujer, vil forum, cosa pública, nacida para engañar, piensa haber triunfado cuando puede ser culpable. Consumándolo todo en el vicio, es consumida por todos y, predadora de los hombres, se vuelve ella misma su presa». De pensamientos así, nacen textos jurídicos como los que recoge en el siglo XII, el Decretum Gratiani: «Es conocido que la mujer debe estar subordinada al marido y que no tiene ninguna autoridad; no puede enseñar, no puede actuar ni como testigo, ni como garante, ni como juez», definiendo su estatus social. Incluso un abad como Odón de Cluny –muerto en el 942–, al que el Papa León VII (936-939) llamó a Roma para emprender con él una gran reforma de la vida monástica se atreve a afirmar cosas tan tremendas como ésta: «La belleza del cuerpo sólo reside en la piel. En efecto, si los hombres vieran lo que hay debajo de la piel, la visión de las mujeres les daría nauseas… Puesto que ni con la punta de los dedos toleraríamos tocar un escupitajo o un excremento, ¿cómo podemos desear abrazar este saco de heces?». El cuerpo de la mujer se presenta como despreciable. Este otro suyo nos puede servir de parecida muestra: «Cuando coges en brazos los miembros de una mujer, contempla los gusanos, el icor, el insoportable hedor que será dentro de poco tiempo, para que la representación de esta futura podredumbre te haga prudentemente despreciar los disfraces de una belleza de teatro». Así que no es de extrañar que en la Primera Crónica General de Alfonso X el Sabio se escriba que la mujer es «confundimiento de hombre, bestia que nunca se harta, cuidado que no tiene fin, guerra que nunca queda, peligro del hombre que no tiene en sí mesura». A pesar de todo esto, también en la Edad Media hay mujeres que se levantan con sus escritos y con sus hechos ante esta situación. Y de “voz ahogada” como la califica Christiane Klapisch-Zuber, o de “voces prisioneras”, según la expresión de Danielle Régnier-Bohler Duby, pasan a ser voces rotundas que, aunque la historia las ha ido dejando en el camino del olvido, siguen aportándonos su voz. Duby afirmará en su Historia de las Mujeres, que «demasiado tarde empezamos a oírlas».

En este libro he tratado de diseñar un cuadro general de la condición femenina en la Edad Media, sin ocultar las sombras, y recupera estas voces de mujer, marginadas muchas veces. De este modo hacer que la Historia, en este caso, se convierta en maestra que ayuda a no perpetuar los errores del pasado y a superar los condicionantes ligados a visiones de la mujer ya trasnochadas. Un libro de estudio pero redactado y presentado para que sea divulgativo y pueda llegar a todos los lectores. No cabe reivindicación sino mirada a la Historia, que ha demostrado de sobras, el papel protagonista y decisivo, en igualdad de condiciones, de la mujer en el mundo actual.

DETESTO LA INTOLERANCIA

Sinagoga de Córdoba

Detesto la intolerancia en todas sus formas y detesto la falta de respeto para con las ideas y las creencias de los demás, porque son el reflejo más claro del raquitismo democrático. A lo largo de la Historia se ha  hecho presente con todo un carrusel de consecuencias nefastas. Y venga de donde venga es detestable, denunciable e inadmisible, mucho  más en una sociedad que consideramos democrática, y en un siglo de pretendido progreso como es el siglo XXI. Detestable cuando se ejerce con minorías culturales, religiosas o sociales y también cuando se ejerce sobre mayorías  dignas de todo respeto.  En temas como éste no se puede ser neutral. Los males de mirar para otro lado son patentes en la Historia y no sería razonable ni deseable repetir los errores. Sólo el burro cae dos veces en el mismo agujero.

Por eso me ha gustado siempre un texto que figura en las Partidas de Alfonso X el Sabio, un rey cristiano que mira a una comunidad religiosa minoritaria en ese momento: “Dado que la sinagoga es casa donde se glorifica el nombre del Señor, impidamos que ningún cristiano tenga la audacia de destruirla ni de llevarse nada de ella ni de tomar cosa alguna por la fuerza”. Una actitud, desde luego diferente, a la del Arcediano de Écija, cuya chispa intolerante y brutal produjo incendios como los de 1391 en  juderías como la de Córdoba o Sevilla. Intolerancia manifiesta y destructiva. La Historia –si no fuera tan extendida la ignorancia en la sociedad actual- podría ser maestra y evitar los incidentes que estamos contemplando en capillas universitarias. No es cuestión de fe o de posicionamiento religioso lo que me lleva a escribir estas páginas. Es cuestión de convicción democrática y de rechazo de las imposiciones por la fuerza, vengan de donde vengan. El respeto es la prueba del 9 de la democracia, la falta de éste indica únicamente que lo que se exige para el propio grupo no se está dispuesto a conceder al otro.

La intolerancia no permite la democracia y, por consiguiente, ataca la raíz misma de la convivencia.

LA CONDICION FEMENINA EN LA EDAD MEDIA

El próximo día 23 de marzo se presenta en Jerez mi nuevo libro, que lleva por título La condición femenina en la Edad Media. Se trata de un ensayo histórico en el que se analiza la situación de la mujer en aquel período, su situación social y su limitado acceso al mundo de la cultura. Una interesante aproximación a la mujer medieval. La Historia se convierte de este modo en maestra que ayuda a no perpetuar los errores del pasado y a superar los condicionantes ligados a visiones de la mujer ya trasnochadas.

La presentación tendrá lugar en los salones de la Escuela de Hostelería de Jerez, el miércoles 23 de marzo a las 21,00 horas.

JUAN LUIS SÁNCHEZ VILLANUEVA Y NUESTROS MONUMENTOS CON ARTE

Es siempre una grata noticia la aparición de un libro; más grata aún que su autor sea un excelente estudioso de los temas históricos como Juan Luis Sánchez Villanueva, compañero en la Junta Directiva del Centro de Estudios Históricos Jerezanos; y mucho más si éste lleva como título Monumentos con arte. Jerez, y pone al alcance de nuestra mano el patrimonio artístico y monumental de Jerez, con interesantes informaciones y con excelentes fotografías. Bienvenida especial, pues, y enhorabuena. Merece la pena tenerlo y leerlo.

Nos ofrece estupendas rutas por la ciudad para ir descubriendo en fachadas de palacios e iglesias, multitud de figuras mitológicas, bíblicas, de personajes históricos, que las pueblan en unos programas iconográficos excelentes. Podemos leerlo en la tranquilidad de nuestra casa y seguir las rutas a través de las fotos, o tomarlo en nuestras manos y con esta guía especial, pasear y descubrirlos por nuestras calles.

Una vez más se pone de manifiesto la profesionalidad y la competencia de este Centro de Estudios, cuyos miembros están contribuyendo a una labor de investigación y divulgación de nuestro patrimonio histórico.

SUPERARSE EN TIEMPOS DE CRISIS

Escultura en terracota de Ángeles Aliaño Salado

Leyendo una revista me tropiezo con esta frase de Einstein. Me impresiona. La comparto con todos los lectores de esta página:

«La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. En la crisis nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar «superado»».

La ley de la vida.


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