LA FUERZA DE LAS PALABRAS

Escultura de Ángeles Aliaño Salado

Leo en Le parole del mattino, de Gianfranco Ravasi: «Toda palabra –incluso la más débil- es una criatura viviente que va por el mundo, acariciando y abofeteando, consolando y atemorizando, salvando y condenando. En este caso estamos ante palabras dichas, pensadas o escritas por labios, cerebros, manos de grandes hombres y mujeres que, a lo largo de la historia de la humanidad, han ofrecido palabras de sabiduría, capaces de provocar un estremecimiento en el alma, un sobresalto en la conciencia, una torsión en la mente, rompiendo o al menos encrespando la calma chata de los lugares comunes y de las banalidades». Por eso intento volver siempre a éstas como a faros luminosos que jalonan el camino.

LO EVIDENTE DEL AMOR

Vinoba Bhave, discípulo de Gandhi, me asalta desde las páginas de un libro, con este sustancioso párrafo: «Es una característica normal del amor reclamar como respuesta otro amor. Si ponemos un objeto ante un espejo, lo que aparece es su imagen reflejada. El espejo no crea la imagen, sino que muestra simplemente el reflejo. Así, cuando alguno nos ama y nosotros le restituimos el sentimiento, éste no es más que un reflejo del suyo…».

CONFORMISTAS VIVOS, INCONFORMISTAS MUERTOS

Con una notable carga de ironía lo escribió en escritor Mark Twain (1835-1910): “Un hombre no puede permitirse el lujo de tener ideas que podrían comprometer el modo con que se gana el pan. Si quiere prosperar tiene que seguir a la mayoría. De lo contrario sufrirá daños en su posición social y en las ganancias de los negocios. Conformarse está en nuestra naturaleza. Es una fuerza a la que pocos logran resistir. Sólo a los muertos les está permitido decir la verdad”. Amargo pan para los “conformistas” vivos. Y más amargo para algunos que no se quieren resignar a no pensar, o a comulgar con piedras de molino.

MÁS ALLÁ DEL PUNTO NEGRO

Estoy leyendo un libro de Gianfranco Ravasi, editado por Mondadori y titulado Le parole del mattino. Se trata de la recopilación de las 365 columnas periodística que diariamente publicaba en el diario italiano Avvenire. Artículos breves que se asoman a los temas más candentes de la actualidad, de la cultura, de la ciencia y la técnica, como un luminoso balcón abierto a toda la humanidad. Son bocados breves pero sustanciosos. De buena tinta sé que dentro de poco verá la luz su edición en castellano. Hoy me ha causado un beneficioso efecto leer en un artículo titulado El folio y el punto negro lo siguiente: «Un maestro hindú mostró un día a sus discípulos un folio con un punto negro en el centro. “¿Qué veis?”, preguntó. “Un punto negro”, respondieron. “Ninguno de vosotros ha sido capaz de ver el gran espacio blanco”, replicó el maestro. (Apólogo indio). Es esta le ley que hacen que estén llenos de crónicas negras los periódicos y las televisiones. Un delito solo pesa más que mil actos de generosidad y amor, según los parámetros de la información. También nosotros estamos inclinados a ver la paja en el ojo ajeno e ignoramos la generosidad de tantas de las miradas. Es normal hacer una lista con todas las amarguras de la existencia e ignorar la tranquilidad y la alegría que precisamente acompañan la mayor parte de nuestros días. Nuestro pensamiento se fija más en los puntos negros del cielo de la historia que en las extensiones de azul y de luz. Es verdad que no hay que ser tan optimistas o ingenuos que ignoremos el mal que realmente cubre las vicisitudes humanas, pero no es justo considerar como marginales la maravilla del amanecer o de los atardeceres, el encanto de la sonrisa de los niños, la fascinación de la inteligencia, el calor del amor. El sí es más fuerte que el no». Resulta gratificante que en otro país un periódico publique columnas de opinión como éstas.