El pasado viernes 24 de abril se presentó en Jerez el libro9 de Antonio Aguayo Cobo, «Los emblemas morales del nacional-catolicismo», editado por PERIPECIASLIBROS. A principios de los años 40 se publica un juego de mesa que lleva por título “Vida del Cristiano”, destinado a su uso por los mas jóvenes, tanto en escuelas como en las diferentes asociaciones cristianas afectas al Régimen. Aunque, aparentemente, el juego sólo trata de educar en la fe cristiana a los jóvenes, principalmente a los niños, un análisis iconográfico profundo revela un intento de moldear la pensamiento y carácter de los pequeños españoles, que les ha tocado vivir en un momento de la historia sumamente complejo y agitado. Se trata de modelar la mentalidad, desde la cuna hasta la tumba.
En este afán educador, el juego, de apariencia inocua e infantil, adopta la estrategia de los libros de Emblemas y los Catecismos surgidos tras el Concilio de Trento.
Aunque inmerso en un contexto histórico, del que no se puede, ni se debe, prescindir, este trabajo no pretende ser un libro de Historia, sino un análisis iconográfico de una obra, que si bien es cierto que menor, en cuanto entidad, no por eso carece del interés propio de toda obra de Arte, destinada a ser un instrumento, al servicio de la clase social y política que encarga la obra.
Antonio Aguayo Cobo es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela, con Premio Extraordinario fin de carrera, y doctor en Historia por la Universidad de Cádiz. Dedicado a la docencia, tanto en Enseñanzas Medias como en la Universidad, ha simultaneado su actividad con la investigación, aplicando el método iconológico. Es autor de varios libros, entre ellos los dedicados al estudio de la Arquitectura del Renacimiento compostelano, el Renacimiento religioso en Jerez, o la interpretación de la fachada de la Iglesia Prioral. Recientemente, ha publicado con Peripeciaslibros, un estudio sobre el bestiario de la zona jerezano-portuense que lleva por título El Sexto Día. Sus líneas de investigación actuales se centran tanto en el siglo XVI como en el XVIII, siempre desde el punto de vista de la iconografía. Ha publicado en las principales revistas especializadas, así como ha presentado múltiples comunicaciones en diferentes congresos de Historia del Arte. Actualmente es miembro de la Sociedad Española de Emblemática, del Centro de Estudios Históricos Jerezanos y del Aula Menesteo, con los cuales colabora activamente.