Archivo de agosto 2016

MAMARRACHO

24369_main_full“Esto es un mamarracho”, dice un amigo airado. Su expresión es de hastío y esconde un gesto que más bien me parece de derrota, cuando no de impotencia. Y cuando vuelvo a casa, después de la tensa conversación que la parroquia desató esta tarde en el tabanco, no paro de dar vueltas a la expresión. El diccionario de la RAE me devuelve el sentido de la palabra. Tiene dos accesiones para nuestros ilustres académicos. La primera define la palabra en estos términos: “Figura defectuosa y ridícula, o adorno mal hecho o mal pintado. Llámase también así a otras cosas imperfectas, ridículas y extravagantes”. La segunda define al mamarracho como “hombre informal, no merecedor de respeto”. Por el contexto de la conversación, hace apenas un momento presenciada y que no tenía el valor científico de una encuesta por la escasez de la muestra, pero que, sin lugar a dudas expresaba el sentimiento que embargaba a mi amigo y a los contertulios presentes que alguna que otra tarde se refugian en un bar con aire acondicionado para poder expresar lo que piensan sin cortapisas y a pesar de que la audiencia que le presta atención es exigua, es decir, uno, que soy yo, pues bien por el contexto y por su desarrollo entiendo que empleaban el término en sus dos accesiones. Unas veces cargaban las tintas sobre la primera y, con frecuencia, usaban la segunda.

Esto es un mamarracho y deduzco que lo es porque éstos son unos mamarrachos. Por ahí transitaba el intercambio verbal que desahogaba el desánimo ante un panorama que ya no convencía a estos amigos y del que estaban harto. Y es que, no salimos de Guatemala cuando ya entramos en guatepeor. ¿A ver quién da más? Y así rompemos los límites de la paciencia, del aguante y de la hartura de todo lo que pasea impúdicamente por los foros políticos. Y es que la gente está hasta la punta del pelo y piden seriedad y sentido común hallando por respuesta una frivolidad que espanta al más pintado. Y el vaso de la paciencia se va colmando y el clamor eleva la discusión a tonos que no me gustan pero que son irremediables. “Éstos son unos mamarrachos”, repiten; “esto es una mamarrachada”, aseveran. Y entre pitos y flautas se nos acaba la tarde con  una sensación de desasosiego que a mí me espanta, me preocupa y me deja un amargo sabor de boca que ni el fresco amontillado, que a sorbos cortos me llevo hasta mis labios, logra desterrar. Así está el panorama, aunque me pese a mí, aunque a muchos les pese. Y es que el espectáculo que algunos están dando no pueden producir zanahorias donde se siembran de continuo patatas y más patatas. Y la esperanza de que venga alguien a sembrar cordura, honestidad y buen hacer en este batiburrillo de impertinencias es la única salida que me queda.

Y hay que tener muchos reaños y una dosis de esperanza como la que muchos albergamos para admitir que algunos mamarrachos nos vayan a sacar de estos charcos que nos llenan de barro los zapatos. Rectificar es de sabios, lo mejor ya nos lo merecemos, y si mientras, los mamarrachos se adecentan, mejor que mejor. Falta hace.

ESPERPENTO

untitledPues digamos que  se entiende que es «un género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula». Buena definición para los tiempos políticos que vivimos. No sé si el esperpéntico espectáculo que están dando nuestros “líderes” (perdón por el mal uso del término) es un género literario; desde luego, teatro le echan una barbaridad. Y los mareadores de perdices encantados de tenernos entretenidos. Lo peor de todo es que las entradas a este bochornoso espectáculo nos van a salir por un ojo de la cara. Y digo nos van a salir, porque las pagaremos los demás. Ellos están tranquilos porque si la recompensa va a ser la del Señor Soria, que se está llevando 4.644 euros mensuales, a lo mejor les compensa seguir dando otra vuelta al tiovivo y así nos tienen mareados a todos. Y vuelta a empezar.

ESTAR HASTA EL MOÑO

moño«Estar hasta el moño«. Dícese del español que desayuna cada mañana con un nuevo caso de corrupción política. Que ya sea de un lado, ya sea de otro, aquí no pasa nada o casi nada, pero lo que desde luego no pasa es que nos devuelvan lo robado. Del español que está cansado de que le mareen la perdiz que traen los políticos que les han tocado y que además le pasen a él la factura de sus desaguisados. Dícese del español cansado de mentiras, de postureos estúpidos, de riñas de colegio, de digos cuando se dijeron diegos, de varas de medir de tamaños diferentes para cosas similares y de que nos traten como una masa estúpida que les importa un bledo

PEOR QUE BURROS

burro-5Sigo con Erasmo de Rotterdam: «Quienes cuidan de los suyos en la misma medida en que conviene a sus propios intereses, éstos ponen a sus ciudadanos en el mismo lugar que la mayoría de los hombres a sus caballos y asnos, pues también aquéllos cuidan de sus animales, pero miden todo cuidado según su provecho, no el de los ciudadanos, Por lo demás, quienes desuellan al pueblo con su rapacidad o lo despedazan con su crueldad o lo exponen a todos los peligros a causa de su ambición, estos tienen en menos consideración a los ciudadanos libres que el vulgo a los jumentos comprados o los maestros de gladiadores a sus adiestrados». ¿No sé por qué me suena tanto esto?


agosto 2016
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  

Album de Juan Félix Bellido

  • 92.208 Visitas

Artículos Publicados