Jesús Vigorra visitó la Escuela de Hostelería de Jerez este pasado martes para protagonizar una ponencia que, enmarcada dentro del ciclo ‘Diálogos en libertad”, conveniado por el Grupo Romero Caballero, la Asociación de la Prensa de Jerez y el Ayuntamiento. Mucho público en el salón de actos de la propia Escuela de Hostelería. Definitivamente el ‘vigorrismo’ , como lo calificó en la presentación del acto Marco Antonio Velo, se hizo patente y se hizo presente en este encuentro
Para Marco A. Velo, “Vigorra encarna la antonomasia, el paradigma y la constante vital de la libertad que a veces se nos escapa –como agua de entre las manos- a los andaluces no siempre facultados de los mecanismos necesarios para ejercer nuestra mera naturaleza constitucional de hombres de hechos y de derechos”. Javier Benítez insistió en la bien ganada popularidad de este periodista que ha creado escuela en su modo de hacer radio. María José Pacheco agradeció al final de su intervención el necesario zarandeo de autocrítica que Jesús Vigorra también expuso en la radiografía pública del acomodamiento que asimismo padecen muchos profesionales del género periodístico.
En este sentido el conferenciante denunció que “la vida no transcurre únicamente dentro de la pantallita del ordenador. Entro en cualquier redacción y observo cómo la mayoría de los compañeros están imbuidos frente a la pantallita, todo es pantallita. Esto indica el reduccionismo del periodismo. Porque ahora el redactor tiene que hacerlo todo: buscar la noticia desde su propio asiento, agobiado además por las prisas, disparar la foto, maquetar las páginas… Y así no hay manera. No se puede profundizar en el personaje entrevistado, en el reportaje, en el contraste de la noticia”.
Para Vigorra el periodista actual ha adquirido un ritmo frenético que disminuye la calidad de su posible trabajo ya publicado: “Si, además de convertirnos en periodistas multiusos, encima nos encerramos en el planeta de la pantalla del ordenador, pues entonces apaga y vámonos. La vida y el tiempo están en la calle. El profesional de nuestro oficio debe contar con tiempo suficiente para –como señalaba Gabilondo- conocer, contrastar, comprender y contar. Y si entrevistamos a un personaje, probablemente sea necesario tomarnos un café con él después de la entrevista. Y así seguir profundizando en la realidad del entrevistado”.
Vigorra, siguiendo la línea de su programa radiofónico en Canal Sur, denunció ciertos encasillamientos de la burocracia de las administraciones y también, paralelamente, quiso remover las conciencias de los ciudadanos: “Hay cosas que, por costumbre, hemos aceptado precisamente porque la sociedad está muy amodorrada. Alabados sean los ciudadanos que protestan con motivos correctos y justificados”.