En el siglo X, el califa Al-Hakan II emite un decreto por el que ordena el arranque de todas las viñas de Al-Andalus. El vino tenía en estas tierras, una larga, larguísima tradición, y las diferentes culturas habían hecho uso de él, y lo habían elaborado y bebido. No sólo esto, lo habían exportado. Basta echar una ojeada a los poemas báquicos árabes, escritos por los poetas andalusíes, para comprender que el vino se seguía consumiendo. No creo que los ulemas estuviesen muy de acuerdo con estas prácticas condenadas abierta y claramente por el Corán. Mucho debieron influir y presionar los líderes religiosos andalusíes para que Al-Hakán II emitiera este decreto destructor de viñas. Pese a todo, las viñas siguieron ahí muchos siglos después, y la tradición vinícola de estas tierras no sólo se mantuvo sino que creció. Ya no gobierna Al-Hakán, ni padece la presión de los ulemas, pero hemos visto arrancar viñas y ahora muchas asociaciones del sector, amenazan con el abandono y aparece, por vez primera en la historia, la palabra “caducidad”. El panorama es negro como una noche tormentosa. Y esto afecta, por poner pié en tierra, a 10.000 familias de viñistas. Las voces de sus representantes se van a las puertas de la Junta y piden soluciones a corto plazo y un posicionamiento a medio plazo y mirando al futuro. Esta vez los gurús o bien son ignorantes de lo que está pasando o miran intencionadamente para otro lado. Lo cierto es que el diálogo brilla por su ausencia. Y ya se prepara otra movilización para el 8 de octubre. Todos están obligados a sentarse y a hablar. Y la Junta tiene la responsabilidad de regular la situación. Es lo mínimo para que no caduque. Y, desde luego, todo pasa por sentarse y hablar. Y hacerlo con todas las partes. De lo contrario no hará falta que vuelva Al-Hakán, para que la fecha de caducidad llegue inapelable y nos quedemos sin un patrimonio que tanto trabajo nos ha costado levantar. Pero este barco, no lo olvidemos, tiene muchas velas y cada palo tiene que aguantar la suya. Y el apoyo y la mejora de la comercialización del vino del marco, y la conciencia social –que después se proyecta a los mercados- de las bondades de este producto, sin confundirlo con ese otro alcohol que tanto daño está haciendo, es cuestión fundamental. La subsistencia de estas 10.000 familias está en juego, y no está el horno para jugar con estos bollos y que se nos terminen quemando. Porque en el asunto del vino, detrás de estas familias, están otras. Razón de más para que los que tienen responsabilidades de gobierno se preocupen, y mucho.
Archivo de septiembre 2009
LA CADUCIDAD DE LA VIÑA EN EL MARCO DE JEREZ
Published 29 septiembre 2009 Uncategorized Leave a CommentJosé Luis Jiménez García, que lleva ya años realizando un estupendo trabajo de investigación sobre imágenes curiosas de Jerez y sobre el vino de esta tierra en la historia del cine; José Luis que es apasionado, que ama la ciudad en la que vive y trabaja por ella, me envía hoy esta curiosa imagen, con su comentario, que yo con sumo gusto publico en mi blog. Él es el autor del texto y de su archivo son las imágenes.
«Un ejemplo de la manipulación de la imagen con fines propagandísticos es este caso con más de 150 años de antigüedad. Concretamente el de la visita de los duques de Montpensier a Jerez cuando fueron agasajados por las bodegas Domecq en sus instalaciones y jardines ubicados en Puerta de Rota.
«En enero de 1848 fue publicado en la revista inglesa, The Illustrated London News, un grabado xilográfico iluminado a mano donde se recogía dicho momento. Esta prestigiosa revista ilustrada, una de las primeras en el mundo, se fundó en 1842.
«Posteriormente, ya en nuestro país, otro grabado con dicha escena se reprodujo en un libro promocional editado por la propia Casa Domecq a finales del XIX. Sin embargo, se puede observar una evidente diferencia entre ambas: el número de personas que vitorean a los duques cuando están haciendo su entrada a las bodegas. En otra parte del grabado inglés, no visible en la reproducción adjunta, se pueden ver a cuatro personas, posiblemente gitanos, festejando la visita con unos pasos de baile. Ese grupo desapareció de la otra imagen. Unos retoques que evidencian el tratamiento que ya en aquellos años se aplicaba a la imagen con una intencionalidad partidista».
No hacía falta que se hubiese creado el Photoshop, para manipular la imagen. La historia se repite, pero al final, la hemeroteca pone los acontecimientos en su sitio. ¡Vivir para ver!
Los cambios de ciclo son siempre complicados y dolorosos. Nos lo confirma la historia y la vida cotidiana. El crecimiento de los niños está siempre precedido de unas anginas, un catarro, algo de fiebre y unos días guardando cama. Al final se produce el estirón y las prendas que hasta ese momento encajaban perfectamente, se han quedado cortas. Ahora nos encontramos en un auténtico y real cambio de ciclo en el periodismo. Como afirma María Molina en la revista Periodista, “Los hábitos de los lectores han cambiado. Internet se postula como plataforma única para el ejercicio del periodismo y, en esas, los medios tradicionales no dan paso en firme, retraídos por la inmadurez de la publicidad on line y el descenso de un 40 por ciento de las cuotas de la tradicional. En ese maremagno, la transición –papel a web, o simplemente web- se desarrolla a trompicones”.
Los empresarios de la comunicación no terminan de aceptarlo plenamente o tratan de ponerse al paso sin tenerlo completamente claro, y las estrategias no están definidas completamente, y se da una de cal y otra de arena. Y los expertos siguen insistiendo en que los que no asuman el cambio están predestinados a morir.
En el otro lado están los periodistas, que son los que más están padeciendo en sus carnes este cambio de ciclo. Y es que se les presenta por delante un nuevo panorama al que hay que adaptarse, sin menoscabo de lo que es la esencia de su profesión. De no hacerlo, perecerán. Y hay que estar dispuestos a asumirlo, reconocerlo, y situarse en el nuevo marco. “El periodista –afirma Rosental Alves, Director del Knight Center for Journalism in the Ameritas- dejará de depender de las empresas informativas. Será cada vez más emprendedor, administrador de su marca, dueño de su negocio”. Convendrá tomar nota y ponerse al paso de estos nuevos tiempos. Camarón que se duerme, la corriente se lo lleva.
No se esperaba menos de esta artista y, como dice en su crónica mi amigo Marco Antonio Velo, “Se dejó la piel encima del escenario”.
Nos ofreció un amplio repertorio de sus propias melodías con la confesión pública de su biografía musical. Claudia Marán cuajó una actuación que asombró a propios y extraños. Sorprendió, sí. Cuando explicaba directamente a las personas asistentes el germen de su vocación artística y cuando, guitarra en mano, desabrochaba el silencio con temas de ensueño. La cantautora, de tan sólo veintitrés años de edad, satisfizo a la concurrencia (muy nutrida) que registró un lleno absoluto en el salón de actos de la Escuela de Hostelería de Jerez. Francisco Carrasco, del departamento de Actividades Culturales de la propia Escuela, ejerció de maestro de ceremonias en la ausencia (por imponderables de última hora) del anunciado periodista Leonardo Galán.
“Claudia Marán habló de sus fuentes musicales, de sus autores predilectos –The Beatles, Juanes, Jarabe de Palo, Julieta Venegas, Joaquín Sabina- y de la ilusión que la mueve para hacerse un hueco dentro del siempre difícil panorama musical español. Inclusive adelantó la posibilidad –o, por mejor decir, la probabilidad- de la inminente grabación de un disco. Claudia usa la música para expresarse. Sobre todo para expresarse. Las respuestas que otorga a la vida, al día a día, siempre toma naturaleza de canción. De ahí que los primeros temas que interpretara esbozaran sintagmas de rebeldía. Canción protesta. Canción reduplicada de sinceridad”.
“Su letras hablan de la hipocresía, del amor, del desamor, del aborto, del desencanto, del sentido positivo de las cosas. Letras que parecen mojadas en el tintero del corazón. Claudia, cuando escribe, cuando aboceta frases, cuando extrapola sentimientos encima del papel, recalca la definición de una sensibilidad. Posee además –por derecho propio y por don del cielo- la singularidad de la voz. Ella que, además, pretende encarnarse en la voz de los sin voz. En la voz, sí, de los sin voz. El timbre de la suya renace aterciopelado. Una velada que concluyó con la intervención del público preguntando reiteradamente a la protagonista de la noche”.
Que ni todos son calvos ni todos melenudos es una realidad y cada uno debe lucir con entera libertad su porte, es indispensable para avanzar en la libertad de expresión y de investigación y que todas las partes deben aportar sus avances para configurar una interpretación de la Historia que se acerque lo más posible a la realidad es indispensable. La Inquisición Española es un tema recurrente para llevar el ascua a la sardina que más interese. Conviene investigar y aportar datos para no traicionar la memoria, ni en un sentido ni en el contrario. La Inquisición Española tuvo sus luces y sus sombras. Todo hay que decirlo. Y ambas cosas forman parte de nuestra historia. Es más que evidente que no se puede comparar una institución, más política desde luego que religiosa, del siglo XV con una realidad política y un sistema político del siglo XX. Fue, desde luego, un despropósito comparar el reinado de los Reyes Católicos y la creación de la Inquisición, con la Alemania nazi de Hitler. Pero, tampoco podemos echarle toda la culpa a la leyenda negra. Documentación y hechos históricos pueden poner el fiel de la balanza en su justo punto.
Ahora, el libro Las razones de la Inquisición española. Una respuesta a la leyenda negra, del profesor Miguel Ángel García Olmo es el nuevo ensayo histórico que acaba de sacar al mercado la editorial Almuzara en el que se refuta por vez primera de forma completa y fundada, las tesis del historiador, ex político sionista y padre del primer ministro de Israel, Benzion Netanyahu, quien atribuye al racismo antisemita de los fundadores de la Inquisición el origen y motor fundamental del Santo Oficio en España. Hay que tener en cuenta que entonces regía en Europa u concepto político que no conviene olvidar, el “cuius regio eius religio” avanza la tesis de que la unidad política no es posible sin la unidad religiosa. Pero es un concepto político de aquella Europa que se está abriendo al Renacimiento. Otra cosa distinta es que no valga cualquier método para conseguirlo. Matices que hay que tener en cuenta a la hora de analizarlo. Y desde luego no se hizo aplicando los métodos ni marcándose los objetivos del antisemitismo nazi. Confundir churras con merinas no es honesto en la historiografía.
Dicho esto, podemos decir en relación el libro recientemente publicado por Almuzara, que “García Olmo sostiene que la explicación religiosa que daban los Reyes Católicos y los demás defensores que tenía esta institución sobre sus orígenes y su razón de ser era sincera. Se trataba de combatir la herejía y no un mero pretexto criminal para acabar con los judíos. Cosa distinta es que, según el autor, compartamos hoy día la tesis desde las modernas asunciones éticas. Al hilo de estas disquisiciones, el profesor García Olmo va refutando a largo de la obra, con una rigurosa crítica y documentación, los numerosos argumentos que tildan esta época de leyenda negra, un atributo que, a juicio del ensayista, están desempolvando con entusiasmo otros hispanistas inspirados por Netanyahu como la antropóloga Christiane Stallaert. Una investigadora belga que lleva hasta sus consecuencias más extremas el viejo intento de equiparar a la España del Siglo de Oro con la Alemania nazi, pretensión que quedará absolutamente desacreditada para quienes lean Las razones de la Inquisición Española, según su autor. Igualmente, considera también una realidad histórica y relevante el judaísmo secreto de los conversos, aunque reconoce que se ha fantaseado mucho sobre su magnitud y entidad”, como afirman sus editores.
Una interesante obra, voluminosa y muy documentada, que conviene leer despacio y apreciar en lo que vale, para ir poniendo las cosas en su sitio, sin menoscabar la realidad histórica que nos aportan las fuentes de la época. Porque ni todas son churras ni todas merinas. Su Autor es doctor en Antropología y licenciado en Derecho y Filología Clásica. Como ensayista suele abordar cuestiones humanísticas de actualidad (historia, educación, artes, hecho religioso…) desde perspectivas multidisciplinares. Como traductor está especializado en latín eclesiástico, habiendo publicado en español toda la colección de visitas ad limina de los obispos cartaginenses que, desde el siglo XVI, se custodia en el Archivo Secreto Vaticano. Ha desarrollado también una intensa labor personal de promoción y defensa del papel de las Humanidades en la docencia y la cultura, fruto de lo cual son los numerosos cursos impartidos en el ámbito de la educación superior y la coedición de obras como Humanidades para un siglo incierto o Miradas sobre Europa. En la actualidad enseña Filosofía del Derecho en la universidad y Latín y Cultura Clásica en secundaria y bachillerato.
¿Se enterará de una vez por todas el español medio de qué está pasando, qué se está haciendo, a dónde vamos, por qué camino lo hacemos y cuándo y a través de qué medios está previsto salir de esta situación deprimente para la economía de sus bolsillos y la de sus hijos?
Parece como si a propósito se mantuviese vivo un batiburrillo que nos marea y termina confundiendo a todos los que percibimos mucho ruido pero vemos cada vez menos nueces. Porque, a decir verdad, nueces hay cada vez menos y las perspectivas nos avanzan que seguirán disminuyendo por un tiempo.
El discurso de Zapatero en la ONU ha sido para premio de narrativa fantástica, la postura de los sindicatos y algunas afirmaciones que intento ignorar, porque me ponen los pelos como escarpias, son de película de ciencia ficción y la pelea de Corbacho con los empresarios es gana de confundir las cosas y dejarnos perplejos a la mayoría. Y mientras tanto, un poco de niebla, unas cuantas maniobras de despiste, el desplazamiento de las polémicas –para tenernos distraídos- a otros terrenos y afirmaciones elaboradas en laboratorios de lingüística nos tienen atascados en la inoperancia real y efectiva.
Y este país, que no hace la tarea –como por ejemplo ya han hecho Francia o Alemania, y les va mejor- y que saldrá de la crisis más lentamente que el resto, y está metido en fango el doble que los demás, necesita salir de este batiburrillo y ponerse a trabajar en serio. Y no será porque los expertos no lo advierten reiteradamente como quien predica en el desierto.
El Gobierno y su aparato, que tanto dinero nos cuesta y que anuncia que nos costará más y más, no parece querer aplicar ideas efectivas para salir del bache y sólo se le ocurre aumentar la beneficencia. Pero la cartera de “papá” está cada día más flaca y, lo que es peor, no quiere disminuir sus gastos, como exige que haga el resto de la familia. Sospechosa actitud que no parece corresponder con la cacareada expresión de que sirven al pueblo. Y los parados siguen aumentando y la creación de empleo no la percibe en el horizonte ni la bruja Lola. Y ayer pretendían que en nuestras tertulias hablásemos de la reprobación al Papa por expresar libremente sus ideas –nos gusten más o nos guste menos- como si no hubiera otra cosa que hacer en España. Y así nos tenían distraídos con polémicas que parecen arrancadas del jurásico teocrático. Cómo si no tuviese otra cosa que hacer el Parlamento de un país que hace aguas y que necesita ponerse a trabajar en lo que nos va a los demás la vida. Que los españoles tenemos más paciencia que Job está más que demostrado, pero un día de éstos nos terminaremos cansando de que nos tomen el pelo. Si ellos se dan cuenta antes y rectifican el tiro, más que mejor. ¡Ojú, que aburrimiento!
La Alcaldesa de Jerez, junto al Delegado de Urbanismo durante la visita a los Claustros
Los que estamos preocupados y amamos el formidable patrimonio monumental de la ciudad, sentimos satisfacción ante la afirmación de la Alcaldesa de Jerez de que ve en las obras de los claustros de Santo Domingo “la prioridad de una obra que afecta a un bien patrimonial importante para Jerez en lo monumental, cultural y turístico, y que pasará a ser un recurso de primer orden para la ciudad”. Es lamentable que se haya abandonado tanto tiempo un lugar tan emblemático, de tanta belleza y que tanta historia encierra. Por fin, y de ahí nuestra alegría, “se sacará del abandono en el que se encuentran los claustros que ahora afrontan unas obras muy importantes a la espera de una última actuación”, según ha afirmado la Alcaldesa de Jerez. En los Claustros se están ejecutando dos proyectos, acogidos al Plan Estatal de Inversión Local, en dos zonas diferentes que tienen un mismo fin, la recuperación de este importante valor patrimonial: las obras en el segundo y tercer claustro y la rehabilitación de la Sala De Profundis. Pero esto no es más que el inicio. El conjunto monumental necesitará más obras y más inversión para poner en valor y rescatar este bien patrimonial y cultural de la ciudad. Y aprovechar las obras para un estudio más profundo de los restos anteriores a la construcción y que pertenecen a épocas anteriores no sería ninguna mala idea.
Ediciones El Almendro acaba de editar, en su colección de narrativa, una nueva novela de Rosario Lara y José Ramón Rico (Ya habían editado en ésta colección “Abderramán, el emigrado”), esta vez con el título “El legado del Emir”. Se desarrolla la acción en la Córdoba califal, y la traba va llevando al lector por otras ciudades importantes como Aquisgrñan, Carbona, Roma o Constantinopla. Una acción llena de intrigas que termina en la Córdoba que levanta su impresionante mezquita-aljama, en unos años cruciales. Una nueva apuesta por la novela histórica medieval, en un marcho fascinante como el andalusí.
La librería Hojas de Bohemia, el Hotel Palacio Garvey y la Escuela de Hostelería de Jerez celebran esta noche de martes (22 de septiembre) una nueva convocatoria del ciclo ‘Tu vida en mi voz’. Será la joven cantautora gaditana Claudia Marán quien ofrezca un recital de sus mejores temas. Este acto, que comenzará a las 21’00 horas, tendrá lugar en el salón de actos de la Escuela de Hostelería (Parque Empresarial).
Claudia Marán es una cantautora vocacional. Compone todos sus temas y los interpreta escenificando con el prodigio de su voz cada letra, cada temática, cada mensaje. Una guitarra le basta para pulsar la creación y la recreación de sus mundos nunca imaginarios. Posiblemente en este matiz radique la virtud compositora de Claudia Marán: en la interpretación de la realidad desde una óptica netamente sentimental. Sus canciones contienen además el obsequio premeditado de la moraleja, de la enseñanza de la experiencia personal, de la óptica positiva de toda vivencia.
Esta gaditana de veintitrés años enseguida captó el destino de su trayectoria vital: la música. Cuando cantaba –lo hizo durante once años- en el coro de su colegio de religiosas de El Puerto de Santa María ya presintió la llamada interior de esta vocación fulgurante. A partir de entonces, y ya adentrada en la etapa de la adolescencia, construyó su universo particular abrazada a la guitarra. Posee un don especial para la escritura de temas candentes a pie de calle. Hoy martes, en la Escuela de Hostelería, dará fe de ello.
No me he parado a estudiar a fondo los motivos pero lo que sí vengo constatando desde hace tiempo es que la memoria tiene un corto recorrido. Dicen que es flaca y de hecho debe serlo. Pero tampoco se hace un excesivo ejercicio para mantenerla viva y activa, para remozarla. Es verdad, y lo constatamos todos, que hay cosas que es mejor olvidar. Y, por lo visto, hay mecanismos por los que uno guarda algunos recuerdos bajo siete cerrojos, para mantener cierto grado de sanidad mental y no menear aquello que huele de manera desagradable cuando se menea. Cuando los cronistas medievales, encargados por sus señores, hacían la crónica historica de los hechos, maquillaban el asunto de tal manera que los vencidos siempre salían malparados y los vencedores eran poco menos que héroes que todo lo hicieron bien y todo les salió a pedir de boca para bien de la historia y de su gloria. Y si los historiadores les echaban una manita y admitían las crónicas aquellas como verdad absoluta, la historia terminaba por ser una novela espléndida con héroes de leyenda y finales felices para bien de unos y mal de sus contrarios. Y así nos encontramos con una historia sesgada en muchos de sus tramos.
A los gobernantes de todos los tiempos les interesaba la amnesia de la mayoría. Entonces, los libros había que copiarlos a mano y la mayoría de la gente no tenía acceso a ellos, y además era analfabeta. Así que a ver quien era el guapo que se enteraba de lo que de verdad pasaba. Comulgaban con ruedas de molino, y punto.
Hoy, afortunadamente, los tiempos han cambiado y por poco esfuerzo que uno haga puede leer los periódicos y ver los informativos. Además existen las hemerotecas, las videotecas y toda clase de archivos que atestiguan lo que se dijo y se hizo, por poco que uno recurra a ellos, y aunque la memoria sea flaca, se la puede refrescar con una infinidad de datos que ponen las cosas en su sitio.
El ministro de Fomento, José Blanco, por ejemplo, sale este fin de semana diciendo que el presidente Rodríguez Zapatero ha dicho siempre la verdad. Y la gente que está ya hasta la punta del pelo de que jueguen con ellos, de que los mareen, de que les doren la píldora, entiende que cada uno arrima el ascua a su sardina y que a los gobernantes les gustaría que sólo escribiera el cronista del Rey como en los tiempos medievales, y que el presunto pueblo soberano se tragase con mayor facilidad el embolado. Y la primera impresión que tienen es que el dirigente socialista les quiere tomar el pelo. Afirma las cosas serio y taxativo, eleva el tono de su voz porque cree que así convence más, y va y suelta lo que ya está demostrado que no pasa. Se niega una cosa, se afirma después, se la pinta de otro color, se la esconde, se saca a un conejo de la chistera. Un juego que ya nos cansa. Pues bien, el ministro, en vez de disimular, hacer un mutis elegante por el foro y hablar de otras cosas, proponer nuevas ideas, va, sin pudor, y afirma que siempre nos han dicho la verdad. Y como la hemeroteca es tremendamente contundente y dejaron fijado al papel, negro sobre blanco, lo que se dijo ayer o antes de ayer, uno contrasta. Se podía haber ahorrado este alarde que no es que no se crea nadie, sino que hay medios para demostrar que esa creencia no andaba descaminada. Y a la gente cada vez le gusta menos que se les quede esa cara de tonto que se nos pone a todos cuando nos toman el pelo. Los que tanto presumen de que están en el siglo XXI parece que han olvidado que sus medios técnicos son los mejores instrumentos para tener viva y activa la memoria. Si lo tuviesen presente nos ahorraríamos todos el hacer el ridículo y avanzaríamos propuestas y líneas que sirvieran para algo. Y corregir el tiro lo mismo hacía que mejorara la puntería de los gobernantes.
El blog de Juan Félix Bellido 